martes, 4 de agosto de 2009

Perdición – predicción
Por Darío Vélez

en un ramaje estaba colgado el estiércol donde reposa el mundo descartable
la espera de un fruto maduro envuelto en vida cae deshecho y de un hedor
que no deja aspirar
¿en qué lugar se mece el color para que los niños vayan en busca de él?
¿dónde se asfixió la ilusión?
¿quién está atrapando la esperanza?
¿por qué está puesta en un cajón?
¿cómo se llama el que la priva de los sueños y las enciende para que se esfume?
¿puede ser el que se queja, el que se cansó?
¿puede ser el corazón que se dominó de incredulidad?
las manos que tocan su rostro sin entender la forma ignorando la pena las nostalgias
las lágrimas que nadie comprende la risa que se pasó de moda la alegría que ya se aburrió la comunicación que ya nos aturde el mirarse a los ojos que creemos que lo hacemos cuando los cerramos la compañía más segura que sigue siendo nuestra soledad
el espejo que ya no miramos resignados a lo que somos con ese miedo de volvernos
a encontrar
con mis uñas rasguño mi rostro mierda qué es lo que veo
qué es lo que veo


Mi yo dentro de una botella
Por Darío Vélez


en esa donde yo no me veía
hoy se absorbe mi vida
ha cambiado mi destino
yo daría cualquier cosa por un trago
o una botella de vino
mi cama son estos cartones
mis frazadas estos diarios
mi techo este puente y a veces me alojo en un hotel
que es debajo de un árbol
me sigue un amigo, desdichado como yo
me besa la mano y a veces la cara
si el supiera que yo aquí no soy nada
son luces esos frutos que me imagino
levanto la botella y se reflejan mi perro y yo
que buen programa, le digo, y salimos los dos
el me ladra yo también le digo salud
mi yo encerrado en esta botella
mi perrito encerrado en mi mundo y nadie puede enseñarle otro
mi fiel amigo mío
mi amada vida líquida en un mundo de cristal
mi botella mi perro y yo

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